El término "Cociente Intelectual" o CI, suele surgir en conversaciones sobre capacidad mental, potencial académico y éxito en la vida. Pero, ¿qué es exactamente el CI? ¿Es simplemente una medida de cuán inteligentes somos, o hay más en ello?
En esencia, el CI es una puntuación numérica derivada de diversas pruebas estandarizadas diseñadas para evaluar la inteligencia humana. Acuñado por el psicólogo alemán William Stern a principios del siglo XX, el concepto se ha convertido en un factor significativo en una amplia gama de campos, desde la psicología y la educación hasta la contratación de personal.
Comprender el CI no se trata solo de conocer tu puntuación. Se trata de explorar las fascinantes formas en que nuestras mentes funcionan, cómo nos diferenciamos en nuestras habilidades cognitivas y cómo estas diferencias pueden afectar varios aspectos de nuestras vidas. En este artículo, profundizaremos en el origen del CI, cómo se mide, los registros notables de CI y más.
El concepto de CI comenzó con el psicólogo francés Alfred Binet a principios del siglo XX, quien recibió la tarea del gobierno francés de identificar a los estudiantes que necesitaban apoyo educativo adicional. La prueba de Binet medía la edad mental de un estudiante en comparación con su edad cronológica, sentando las bases para las pruebas de CI.
El término ‘Cociente Intelectual‘ fue acuñado por el psicólogo alemán William Stern e inicialmente calculado como la relación de la edad mental a la edad cronológica, multiplicada por 100. Sin embargo, este método no se ajustaba bien a los adultos, lo que condujo a pruebas de CI modernas como el Stanford-Binet y la Escala de Inteligencia del Adulto de Wechsler, diseñadas para todas las edades.
Comprender el cociente intelectual requiere comprender la ‘inteligencia‘, ampliamente definida como la capacidad de aprender, razonar y resolver problemas. Se trata de entender ideas complejas, adaptarse de manera efectiva al entorno y aprender de la experiencia. La inteligencia abarca una amplia gama de capacidades, no solo habilidades académicas o cognitivas.
Las pruebas de CI en la actualidad intentan medir la capacidad de una persona para el razonamiento lógico, la resolución de problemas y el pensamiento rápido, proporcionando una ‘instantánea‘ de la capacidad cognitiva de una persona.
El cociente intelectual se mide utilizando pruebas estandarizadas diseñadas para evaluar la inteligencia humana. Dos de las más comunes son la Escala de Inteligencia Stanford-Binet y la Escala de Inteligencia del Adulto de Wechsler.
La prueba de Stanford-Binet, una evolución de la prueba original de Alfred Binet, mide cinco factores de habilidad cognitiva: conocimiento, razonamiento cuantitativo, procesamiento visoespacial, memoria de trabajo y razonamiento fluido. Genera una puntuación de CI al comparar el rendimiento del examinado con el de otras personas en el mismo grupo de edad.
La Escala de Inteligencia para Adultos de Wechsler, por otro lado, evalúa comprensión verbal, razonamiento perceptual, memoria de trabajo y velocidad de procesamiento. También compara el rendimiento del examinado con normas específicas por edad.
En ambas pruebas, las puntuaciones están diseñadas para caer en una distribución normal, o una ‘curva de campana‘. La puntuación promedio se establece en 100, y aproximadamente el 68% de todas las puntuaciones caen dentro de una desviación estándar (15 puntos) de la media. Esto significa que se espera que la mayoría de las puntuaciones de CI de las personas se encuentren entre 85 y 115. Las puntuaciones por encima de 130 se consideran en el rango ‘Muy Superior‘, y aquellas por debajo de 70 en el rango ‘Muy Bajo‘.
Estas pruebas proporcionan un método estándar y consistente para evaluar las capacidades cognitivas de una persona, aunque ciertamente no capturan todos los aspectos de la inteligencia humana.
William James Sidis, un prodigio infantil estadounidense, se dice que tenía una puntuación de CI entre 250-300, pero esta cifra es en gran medida especulativa ya que se le sometió a pruebas utilizando métodos diferentes y no escalas modernas. Podía leer el New York Times a los 18 meses y aprendió latín y griego por sí mismo a los 5 años.
Según el Libro Guinness de los Récords, el CI más alto jamás probado es de 228 de Marilyn vos Savant, una autora, conferencista y dramaturga estadounidense.
Según se informa, Kim Ung-yong obtuvo una puntuación de 210 en un test de coeficiente intelectual a los 4 años, aunque este test no se basó en normas estándar de evaluación del coeficiente intelectual. Nacido en Corea del Sur, Kim es conocido por su habilidad en varios idiomas y sus avanzadas habilidades matemáticas en su infancia. A pesar de su alto coeficiente intelectual, Kim a menudo habla sobre la importancia de la felicidad por encima de la inteligencia.
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